En la luna de Bangkok tras un día de mercados, trenes y emociones
Si un día lo terminas en el Moon Bar, situado en el piso 61 de uno de los hoteles más lujosos de Bangkok, se puede considerar un éxito, un gran día, pero mucho más tras lo vivido durante las 12 horas previas. Una carrera contrarreloj, contra los elementos, contra la lógica, pero a favor de la aventura, la improvisación, el buen humor, la diversión y el disfrute.
Todo comenzó temprano, no tanto como debería, pero si lo suficiente para comenzar con ritmo. Era un día de los llamados estrella y a la vez de los considerados “etapa de alta montaña”, por la intensidad y la duración del mismo. Los medios de transporte empleados serían, por orden cronológico: BTS, pie, tren regional, barcaza, furgoneta, lancha motora, furgoneta, BTS. Lo que parece agotador sobre el papel, se convirtió en una carrera de fondo, una lucha contra lo planificado.