Interior de Santa Sofía
El carácter único del diseño de Santa Sofía demuestra cómo esta estructura es uno de los monumentos más avanzados y ambiciosos de la antigüedad.
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El carácter único del diseño de Santa Sofía demuestra cómo esta estructura es uno de los monumentos más avanzados y ambiciosos de la antigüedad.
Santa Sofía es uno de los mayores ejemplos sobrevivientes de la arquitectura bizantina. De gran valor artístico, su fue interior decorado con mosaicos y columnas de mármol y revestimientos. Durante 1.000 años fue la catedral más grande, hasta la finalización de la catedral de Sevilla, en España.
La maravilla fue, a la vez, el logro culminante de arquitectura de la antigüedad tardía y la primera obra maestra de la arquitectura bizantina. Su influencia, tanto en arquitectura y liturgia, fue generalizada y duradera para los ortodoxos, católicos romanos, y el mundo musulmán por igual. La más grande de las columnas son de granito, unos 19 o 20 metros de altura y 1.5 metros de diámetro, la más grande pesa más de 70 toneladas cada una. Bajo las órdenes de Justiniano, ocho columnas corintias fueron desmontadas de Baalbek, Líbano y enviado a Constantinopla para la construcción de Santa Sofía.
Localización: Plaza Sultanahmet, Estambul.
Transporte.
En 1453 el sultán Mehmed se instaló en Constantinopla, impulsado en parte por el deseo de convertir la ciudad al Islam. El sultán prometió a sus tropas tres días de pillaje desenfrenado si la ciudad caía. La iglesia de Santa Sofía no estaba exenta de los destrozos, convirtiéndose en su centro de coordinación, puesto que los invasores creían que contenía los tesoros más grandes de la ciudad. Poco después de que las defensas de la ciudad se derrumbaran, saqueadores se dirigieron a la iglesia de Santa Sofía. Atrapados en la iglesia, feligreses y refugiados se convirtieron en botín para ser repartido entre los invasores.
El edificio fue profanado y saqueado, y los ocupantes fueron esclavizados o sacrificados; algunos de los ancianos y los enfermos fueron asesinados, y encadenados el resto. Los sacerdotes continuaron para realizar los ritos cristianos hasta que se fueron detenidos por los invasores. Cuando el Sultán y su cohorte entraron en la iglesia insistió en que debía ser transformada en mezquita.