Enclavado en la sierra de Alcázar (Albacete) surge de la montaña un torrente de agua, una enorme cascada, que da lugar al nacimiento de un humilde río: el Mundo. Y su nombre le viene que ni pintado, porque de allí surgen las emociones y sensaciones que despierta un espectáculo de la naturaleza como pocos he visto. A veces no hay que recorrer miles de kilómetros para encontrar maravillas, las podemos tener más cerca de lo que pensamos.
El principal elemento de la escena es el agua, fuente de vida, que te deja hipnotizado al caer con tal intensidad que lo único que deseas es aislarte y buscar tu espacio entre la gente para escuchar su sonido; el sonido del agua, intenso y seductor. Sin embargo, lo que hace especial al lugar no es sólo el agua, sino su enclave, en plena sierra, entre montañas y altos árboles (pinos, principalmente). No imaginas que en mitad de la nada pueda esconderse semejante escena.
Debido a las intensas lluvias de los últimos meses, el nacimiento, bonito de por sí, se ha convertido en una cascada de agua espectacular. El sendero por el que se accede al nacimiento es de dificultad sencilla, siendo apto para todos los públicos, de hecho vimos muchas familias con carritos, niños pequeños y muchos perros, incluso varios llegaban en bici.
Tras 1 kilómetro caminando por un sendero de tierra, un intenso sonido comienza a llegar a tus oídos y no es un simple murmullo provocado por la cantidad de gente que allí se reúne. Es el agua cayendo, generando un río, el nacimiento de algo precioso. Recuerda, desde la humildad del lugar, a la cascada de cola de caballo del Monasterio de Piedra, sobre todo por el sonido y la altura de la caída del agua.
A pocos metros de contemplar el nacimiento ya se puede ver, con abundante caudal, el río Mundo en la parte inferior del sendero, junto a él, un camino de madera permite remontarlo por su lateral. Seguimos avanzando hasta contemplar la espectacular escena que estábamos escuchando. Lo primero que hicimos, fue dirigirnos hacia el pequeño puente de madera que te coloca frente al nacimiento y una fotografía quizás no hace toda la justicia a lo que estamos presenciando, un vídeo nos transportará mejor al encanto del lugar.
Pasamos unos minutos contemplando la fabulosa escena, pero todavía queda más. Subiendo por el lateral de la montaña podremos acceder a dos miradores que nos sitúan frente a la cascada. Un primer mirador con vista lateral, que te permite contemplar todo el entorno: cascada, río, montaña y sendero. Un segundo mirador, de más complicado acceso, que te lleva hasta la “boca” de la cascada.
Debido a la intensidad del agua, el camino hacia el segundo mirador estaba mojado y resbaladizo, pero con precaución y agarrándose a las vallas de madera, no hubo problema para llegar hasta el final El reto viene en colocarse al final del mirador o en hacer alguna foto porque el viento se encarga de traerte todo el agua de la cascada y empaparte, pero todo esfuerzo merece la pena y refugiados en un lateral, pudimos tanto hacer fotos como contemplar la cascada con tranquilidad.
Desde el segundo mirador y bien mojados, afrontamos el camino de vuelta con la satisfacción de haber contemplado un espectáculo de la naturaleza como pocos en España, sobre todo por las intensas lluvias del invierno que lo habían provocado. De hecho, sólo basta comprobar cómo es el nacimiento en épocas normales y cómo estaba en nuestra visita. Ahora toca que os animéis a visitarlo y verlo por vosotr@s mism@s. Os encantará.
Cómo llegar hasta el nacimiento del río Mundo
Llegar hasta el nacimiento del río Mundo es una tarea bastante sencilla, ya que la señalización es muy buena, indicando con señales el río y los parkings habilitados para dejar el coche, pudiendo caminar por los senderos/carreteras que conducen hasta su nacimiento.
Está localizado en la sierra de Alcázar (Albacete), siendo el pueblo más cercano, Riópar, a escasos 5 Kms, donde podréis reponer fuerzas tras conocer el río, ya que dispone de varios restaurantes con menús del día a precios muy asequibles. Esa puede ser una buena localización para indicar al GPS, el resto lo hará la buena señalización del lugar.
En nuestro caso fuimos en coche desde Segura de la Sierra (Jaén), donde estaba nuestro campo base y aparcamos en el parking más lejano, a unos 3 Km. del nacimiento, siendo un recorrido a pie muy agradable de 6 Km ida y vuelta. Id bien provistos de agua y alimentos (fruta, chocolate y frutos secos), porque, aunque el trayecto es sencillo, durante el recorrido no es posible comprar nada.
Sensacional , abrazos, mil gracias por compartir esta belleza