Y llegas a la cima, cansado tras una intensa subida, pero contemplas las vistas del río Li, sus montañas kársticas y sientes que tienes una parte de China a tus pies. Fueron minutos de soledad, sin nadie (algo en China difícil de conseguir), disfrutando de paisajes únicos, lienzos pintados en tu imaginación que ahora disfrutabas en la realidad.
La colina de Lao Zhai Shan está enclavada en el pequeño pueblo de Xinping, al sur del país, un sencillo lugar más conocido por el ser el punto estrella de los cruceros por el rio Li, que por ser una ciudad de especial interés turístico, ya que está poco preparada y es más un punto de paso.
La zona es tan bella que incluso sirve como imagen para los billetes de 20 yuanes y en el embarcadero de Xinping podemos encontrar un mirador para hacer la clásica foto.
Llegué a Xinping en bus público desde Yangshuo, con mi perfecto manejo del chino en forma de señas y con el nombre escrito a mano en una hoja (muy a mi estilo). Fui el único extranjero en el bus y por tanto el centro de atención, pero muy amablemente me avisaron de mi parada y bajé en el centro del pueblo.
Me adentré entre sus callejuelas y todo parecía bastante relajado, con poco ruido y gente por las calles, hasta que llegué al puente que da acceso al embarcadero, ahí empezó el bullicio habitual y esperado. Cientos de chinos corrían de un lado para otro y no paraban de hacer fotos. Pensé que me los encontraría luego en la cima, pero, afortunadamente, no fue así…
Mi objetivo era encontrar la colina, situada al lado del pequeño embarcadero a la izquierda del puente (a la derecha está el embarcadero principal y el mirador para la foto del billete de 20 yuanes). En esta zona, sólo había locales, ni rastro de turistas y menos aún de extranjeros. Eso sí, decenas de barcos estaban preparados para los turistas chinos que llegarían en los próximos minutos. Ahora me faltaba encontrar el acceso a la colina, por lo que caminé unos 5 minutos hasta que lo localicé al final del embarcadero, lo que no esperaba era el cartel de acceso y el mapa de la colina, pintado sobre una roca y recomendando TripAdvisor…
La colina es uno de esos lugares escondidos, que te dejan sin habla, eso le da más encanto todavía al lugar.
Comencé la ascensión (unos 300 metros) con decisión, pero sin saber muy bien a qué me enfrentaba, ya que las referencias que tenía eran escasas, aunque supe por el cartel que eran unos 1150 escalones y unos 40 minutos.
El camino no resultó especialmente complejo, pero si hay que saber que son escalones de piedra, camino de tierra y en continua subida, por lo que exige tener un buen estado físico, además de no tener miedo a las escaleras de bambú o vértigo.
Tras unos 35 minutos llegué al primer mirador, una especie de pequeña pagoda, a la que se accede por unas estrechas escaleras de bambú. Ahí había una pareja de chinos y el paisaje resultó ser espectacular. Tomé respiro, algo de bebida y me senté a disfrutar de las vistas.
Lo que no imaginaba que lo mejor estaba escondido un poco más arriba, ése era el final oficial, pero el extra era aún mejor. Descubrí a otras personas un poco más arriba del mirador, para lo cual había que escalar entre unas rocas, así que me adentré por allí para ver qué encontraba.
Qué maravilla fue contemplar ese paisaje, con el serpenteo del río Li como base para un lienzo, que integraba el verde las montañas con los colores pastel de los pueblos, los barcos navegando y las cimas kársticas.
Me quedé sentado entre las rocas más de una hora y fueron llegando y personas a cuenta gotas, pero sentí que era mi lugar. De esos lugares de mi vuelta al mundo que nunca olvidaré, de esos momentos donde el tiempo se detiene, donde se debe estar en silencio y escuchar el paisaje. Desde aquí sentí que tenía que mandar esta postal de China.
Fascinado todavía por el lugar, baje de la colina y caminé por los alrededores del embarcadero principal, llegando hasta el mirador del billete de 20 yuanes y me quedé impresionado por el intenso tráfico de barcas que había en el río, pero la vista se me iba hacia arriba, hacia la cima donde había contemplado esos paisajes.
Mi idea inicial era regresar a Yangshuo en barco, balsa de bambú o cualquier medio acuático, subiendo por el río Li, pero los altos precios me hicieron desestimar la opción. El hecho de ser extranjero, no hablar chino y viajar solo jugaron en mi contra. Así que regresé caminando al pueblo y encontré una amable señora que me dio de comer un delicioso plato de noodles con pollo y tras un paseo más por las tranquilas calles de Xinping, tomé de nuevo el bus hacia Yangshuo, llegando a media tarde, aunque todavía seguía pensando en la postal de China que había guardado esa mañana. Y es que el país no dejó de sorprenderme hasta el último día…
Datos de interés.
La colina de Lao Zhai Shan está situada en Xinping (兴坪), a 27 km de Yansghuo (阳朔) y 120 km de Guilin (桂林).
Cómo llegar a Xinping (兴坪)
Lo habitual es llegar en bus desde Yangshuo (estación sur), como fue mi caso. El trayecto es de apenas 45 minutos y el precio ronda los 10 yuanes (el billete se compra dentro del bus).El último bus desde Yansghuo suele salir a las 18:00.
Desde Guilin es posible también llegar en bus y su precio ronda los 20 yuanes.