Bali es la isla más famosa de Indonesia, incluida en casi todas las primeras visitas al país e incluso punto único de parada para muchos viajeros. Al pensar en ella, aparecían en mi mente playas paradisíacas, olas infinitas, templos en el mar, campos de arroz, paisajes inolvidables, en definitiva, una auténtica isla de los dioses, un sitio para perderse en el tiempo. Un lugar único.
Sin embargo, no todo es como lo cuentan, sino más bien como uno lo vive. Y Bali nos dejó un sabor bastante agridulce. Sabíamos que sería turístico, pero encontramos mucho más que nos decepcionó, aunque no todo fue negativo y hubo otros lugares que nos maravillaron. Estas son las 10 mentiras que nos habían contado sobre Bali.
- En Bali todo es muy turístico y los precios elevados.
El tópico por excelencia. Cierto por una parte, si uno sigue el circuito turístico, pero se debe saber que hay mucho más. Es posible encontrar otra Bali, más barata y menos turística (incluso sin gente) si uno decide viajar por su cuenta. Encontrará personas fantásticas, que te darán todo sin esperar nada cambio; te invitarán a ceremonias balinesas; disfrutarás de cenas deliciosas y baratas, como nos pasó en Lovina o encontrarás playas solitarias.
Hay otro Bali fuera de lo que se cuenta en todos los sitios, tan sólo hay que dejarse llevar.
No valoro los sitios porque sean turísticos o no, porque nosotros en ese momento también somos turistas, sino por lo que me transmiten cuando los visito.
- Es la isla más bella de Indonesia.
La gran mentira. Bali tiene lugares espectaculares, destacando sus templos en el mar o sus paisajes verdes, con las terrazas de arroz como protagonistas, pero no es ni de lejos lo mejor de Indonesia. El éxito de este país es la diversidad y la unión de algunos puntos de Bali con otras zonas de Java, Lombok, Flores o Borneo, harán un viaje inolvidable.
El que piense que Indonesia es sólo Bali está muy lejos de la realidad.
- El templo Tanah Lot está masificado y no merece la pena.
Uno de los templos más bonitos de Indonesia, masificado de turistas y una parada obligatoria al atardecer. Esto es lo que venden y es del todo cierto, sin embargo es posible disfrutar del templo sin nadie y sin agobios. Para ello debemos dormir dentro del complejo, nosotros lo hicimos en el hotel Dewi Sinta y levantarnos tempranito para ver el amanecer o llegar antes de las 8:00. De esta forma, tendremos el templo para nosotros y pasaremos haciendo fotos o contemplándolo todo el tiempo que queramos.
Igualmente el atardecer merece la pena, caminad hasta la parte superior y buscad una mesita junto a una terraza. Disfrutad de algo fresquito y dejar los minutos pasar contemplando esa preciosidad.
- Ubud es una ciudad con encanto.
Ubud nos defraudó, pensábamos en algo más estilo Luang Prabang y nos encontramos con una ciudad compleja para caminar, con una mafia terrible en el transporte y con centenares de templos, pero sólo algunos lugares destacados. Su ubicación en el centro de la isla, la hace un buen campo base, pero quizás sólo para 1-2 días. No le vimos encanto y pasamos 5 días buscándolo, incluso alquilamos una casa durante 3 días para recorrer otros lugares más alejados.
- Las playas de Bali son paradisíacas.
En el norte, el agua está fría (comparado con otros lugares de Asia o Caribe) y la arena no es fina, incluso tiene piedras. En el noroeste, las playas son copadas por resort y apenas tienes espacio para caminar. Y cuando menos esperanza teníamos, aparece la playa de Kuta en el sur con su arena fina, pero sus olas, que no permiten el baño en muchos tramos. Tan solo en Lombok, encontraréis 4-5 playas que mejoran a cualquiera de Bali.
- Kuta es muy turístico y no merece una parada.
Las referencias eran terribles y nos temíamos lo peor, pero aún así decidimos estar dos días y verlo por nosotros mismos. Hay muchos australianos sí, hay muchos bares, también, pero no hemos notado nada en exceso, ni gente bebiendo sin control, ni locura de fiestas, quizás fuera casualidad… pero hemos caminado Kuta por todas sus calles principales. Incluso destacamos su amplia oferta gastronómica y los interminables paseos por su extensa playa de arena fina.
Quizás hay gente que olvida lo que tenemos en España en Lloret de Mar, Mallorca, Ibiza o Benidorm… para opinar de Kuta como «lo peor del mundo».
- Al noroeste, Singaraja, están algunas de las mejores playas de Bali.
Condujimos hasta allí en busca de esas playas tan espectaculares que se decían en algunas webs, sin embargo solo encontramos resorts, restaurantes con precios elevados y pocos metros de playa, sin apenas zonas para el baño. Incluso entrar con el coche se hace complejo, porque no hay apenas accesos públicos. Una de las grandes decepciones de Bali.
- Conducir es muy peligroso, más aún un coche.
Quizás sea que tras conducir en Tailandia, República Dominicana o Jordania, estábamos preparados, pero no hemos tenido sensación de especial dificultad o peligro en nuestros días recorriendo el norte y el oeste de Bali. Hemos encontrado carreteras en buen estado y un amplio uso de intermitentes, así que tan sólo hay que tener especial cuidado con los cientos de motos y circular a poca velocidad.
- La policía hace centenares de controles y pide “mordidas”.
Era una de mis preocupaciones, las referencias respecto a los controles en Bali eran terribles y había que llevar el carnet internacional siempre (obvio por otra parte) y era posible que te pidieran dinero. Pues bien, tras varios días conduciendo y 10 en la isla, podemos decir que no hemos visto ni un solo control. De nuevo, quizás haya sido la casualidad (o no), por ejemplo en Java o Lombok, vimos varios.
- Para ver terrazas de arroz hay que pagar.
Me lo contaron no una vez, sino varias, lo leí y pensé que no sería correcto, pero sí es tristemente real. El circuito turístico hace que las personas paguen por ver los bellos paisajes de las terrazas de arroz, por ejemplo en Tegalalang o Jatiluwih. Les expliqué a otros viajeros que caminando por Ubud era posible verlas completamente gratuitas, por ejemplo haciendo el Campuhan Ridge Walk o caminando hacia el norte de la ciudad.
Luego con el coche encontramos decenas de lugares donde contemplarlas y todo de forma gratuita, pero los piratas turísticos han encontrado otra forma de ingreso cobrando por determinadas zonas y evitando llevar a los turistas a otras zonas de libre acceso, incluso ni dándoles la información de que existen.
Conclusión.
Por mucho que algunos se esfuercen, Indonesia es mucho más que Bali y tras nuestra estancia de un mes y diez días en cada isla, entre Lombok, Java y la propia Bali, estas han sido nuestras impresiones. Seguramente, habrá a quién le haya fascinado, pero desafortunadamente han sido varias las personas que hemos encontrado que compartían impresiones, muchos de ellos viajando únicamente por Bali y que tenían una decepción profunda por haberlo elegido. Nosotros no quedamos decepcionados, sino sorprendidos por no encontrar lo que esperábamos, luego llegarían Java o Lombok, para mostrarnos que otra Indonesia estaba esperándonos.
De todas formas, esto es una experiencia personal, que podrá diferir según el estilo de viaje o los lugares visitados.
Genial resumen de vuestra experiencia en Indonesia, como siempre!! Bienvenidos y esperando ya el próximo viaje
Javi
Gracias, Javi. Llevaba tiempo con el artículo en la recámara, porque Bali ha sido algo «especial» y sigue habiendo mucha gente que piensa que es Indonesia o que es otro país diferente.
Ya veremos cuáles son las próximas aventuras…
Abrazo!