Dos países diferentes, apasionantes, paraísos para los amantes de la naturaleza, con una riqueza geológica incomparable. Islandia tiene un paisaje duro, intenso, desconcertante en muchos casos. Nueva Zelanda, me hace recordar paisajes azules y verdes, lagos o escenas más amables, que no vi en Islandia. Son fuerzas de la naturaleza con diferente intensidad.
Uno en el hemisferio norte, Islandia; otro en el sur, Nueva Zelanda, pero no son iguales, es más, no se parecen. Tan sólo encuentro equivalencias en cuanto a lo que podemos ver en cada país (glaciares, géiseres, volcanes, etc.) o la forma de conocerlos, siendo muy habitual en ambas el uso de la caravana o de furgonetas para dormir, pero Islandia no es Nueva Zelanda, ni falta que le hace, tiene personalidad propia.
Por tanto, dejemos de hablar de Islandia como la Nueva Zelanda del norte. Y como he estado en ambas, recorriéndolas de norte a sur, creo que podré explicaros las razones.
Si nos basamos en los meros datos económicos o demográficos, no hay color: Nueva Zelanda es un monstruo comparado con Islandia. Aquí os dejo un par de datos de referencia:
- PIB (2015): Nueva Zelanda: 156.588 M. €. Islandia: 15.075 M. €.
- Población: Nueva Zelanda: 4.647.000. Islandia: 333.000 habitantes.
La primera apreciación personal me lleva a cómo es conducir en cada lugar. Hacerlo en Islandia, en la mayor parte de los casos, me pareció aburrido y monótono. En Nueva Zelanda, apasionante, esa mezcla de paisajes: montañas, lagos y flora, es única y te iba sorprendiendo a cada kilómetro, además los colores del entorno ayudaban más que los tonos marrones o grises de Islandia (aunque de vez en cuando aparecía algún tono azul), donde cada cambio de paisaje es más previsible y suponían cientos de kilómetros.
De Islandia destaco la ruta hacia el parque Skaftafell y sus glaciares, que fue una auténtica maravilla. De Nueva Zelanda, lo mejor es ver el vídeo…
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Glaciares y géiseres
En Nueva Zelanda, uno observa y entiende lo que son los glaciares, como hicimos en el Fox, incluso se llega caminando hasta la lengua del glaciar en una preciosa caminata, pero la magnitud de los mismos se aprecia en Islandia. El glaciar Vatnajokull es el rey, siendo el tercero más grande del mundo, el más grande de Europa en volumen (3000 km³), el segundo en área (8100 km²) y con unas dimensiones que dan miedo (150 km de este a oeste y de unos 100 km de norte a sur).
Y para poner la guinda a la zona del glaciar Vatnajokull, el paseo por la laguna de Jokulsarlon es algo que no olvidarás… Pura magia y más si disfrutas de un día bastante despejado como tuvimos nosotros.
En cuanto a los géiseres, ambos países tienen zonas geotérmicas, pero en Islandia son más salvajes, más puros y además la visita es gratuita. En Nueva Zelanda, todo está más explotado turísticamente, en concreto la zona de Rotorua, pero bien merecen una visita porque es un espectáculo visual tremendo.
Montañas y paisajes
Aquí la diferencia son los colores y se resume de forma sencilla. En Islandia los colores son marrones y negros; en Nueva Zelanda, verdes y blancos.
Islandia destaca por los campos de lava, únicos y que proporcionan un paisaje duro, agreste e intenso; sin embargo, las laderas de las montañas en Nueva Zelanda, son amables y bellas. Si a eso le unimos los lagos, incluimos los tonos azules en la escena y se convierten en bellas postales como las que mandamos desde Wanaka.
No puedo valorar los trekkings, porque por la configuración del grupo, apenas hicimos alguna ruta, pero sí que destaco que en Islandia están varias de las mejores rutas del mundo para varios días. Habrá que volver para comprobarlo…
Playas y atardeceres
Al hablar de playas aquí sólo aparece un nombre: la península de Coromandel en Nueva Zelanda, un lugar que me marcó especialmente en mi viaje vuelta al mundo. En Islandia, lo más parecido puede ser alguna playa curiosa, como Ytri Tunga, con sus focas y su rocoso paisaje, pero poco más.
Y si hablamos de atardeceres, tengo tantos recuerdos de Nueva Zelanda, que poco puedo decir de Islandia. No sé si es el mejor país para ver atardeceres, pero al menos no encontré los sitios ideales para ello.
Fiordos y cascadas
En Islandia hay más fiordos que en el resto de Europa, ese es un dato revelador, pero por falta de tiempo, los mejores situados en la zona noroeste del país no pudimos visitarlos. Los que vimos en la zona este no me dijeron demasiado, más aun comparando con los de la Laponia Noruega o la zona de Fiordland en Nueva Zelanda, con el famoso Mildford Sound como punta de lanza.
Y si hablamos de cascadas, Islandia es la referencia. Decenas de ellas repartidas por todo el país y algunas de las más bonitas del mundo, no de caudal, ni de extensión, sino de belleza visual.
Ciudades y personas
Partimos de una premisa: ciudades como Wanaka o Queenstown, pequeñas, con encanto y acogedoras, no existen en Islandia, donde quitando Reikiavik, su capital, el resto son pequeños pueblecitos con poco reseñable. En Nueva Zelanda, el concepto de ciudad pequeña sí que lo tenemos. Además, el clima y las condiciones en invierno en Islandia son muy duras, con el hielo y la nieve apoderándose del país. En Nueva Zelanda el invierno es frío, sobre todo en la zona cerca de los Alpes, pero no llega a esos niveles.
Y si hablamos de personas, en ambos países son encantadoras y te harán sentir como en casa. Sería injusto destacar a unos más que otros, porque todo fueron facilidades y buenas palabras. Además, el nivel de inglés de Islandia, te permitirá vivir sin dificultad alguna.
Y si pienso en Nueva Zelanda, me vienen estas imágenes…
Y pienso en Islandia y me invaden estos recuerdos…
Como veis, dos países únicos, dos viajes especiales e inolvidables. Ahora sólo falta que vayáis vosotros mismo a comprobarlo… y tú, ¿con cuál te quedas, Islandia o Nueva Zelanda? Yo lo tengo claro, con las dos.