El castillo de Neuschwanstein fue construido por orden de Luis II de Baviera, el «rey loco» en 1866. Originalmente fue conocido como el nuevo Hohenschwangau, en honor del lugar donde el rey pasó gran parte de su infancia. Su nombre fue cambiado tras la muerte del rey. A Luis II (Ludwing, en alemán) se le conocía como el “rey loco”, porque aparentemente no le gustaba vivir en el mundo real.
Su sueño era construir un castillo de cuento de hadas y revisó personalmente la construcción del castillo de Neuschwanstein.
El rey exigió dos condiciones en su construcción: primero, que fuera edificado por trabajadores bávaros y con materiales bávaros, sin apenas excepciones. Y segundo, que por fuera se asemejase a los castillos de los cuentos de hadas que tanto admiraba en su juventud, mientras que por dentro contuviera todos los avances tecnológicos de la época.
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Inicio de la construcción del Castillo de Neuschwanstein
Los trabajos comenzaron en el verano de 1868, llegándose a rebajar hasta 8 metros de roca para hacer sitio a los cimientos. En junio de 1869 quedó terminada la nueva carretera de acceso. En la ceremonia de colocación de la primera piedra celebrada el 5 de septiembre de 1869, y siguiendo la tradición de Luis I, se depositaron retratos del promotor de la obra y monedas de su época de gobierno. Para la construcción se hizo uso de los medios más modernos, tanto técnicos como de los materiales.
Los fundamentos se hicieron con cemento, la fábrica consta de ladrillos y solamente fue revestida con piedra caliza clara.
Primeramente se construyó la puerta fortificada, cuya fiesta de cubrir aguas se celebró el 11 de junio de 1872, y a finales de 1873 estaba preparada para ser habitada; el piso superior serviría de vivienda durante años a Luis II. Las obras del palacio comenzaron en septiembre de 1872; el tamaño deseado posteriormente por Luis II para la Sala del Trono exigiría por motivos de estática una técnica moderna, siendo dotada de una construcción de hierro revestida. La fiesta de la cubierta de aguas tuvo lugar el 29 de enero de 1880.
Luis II se instala en el Castillo de Neuschwanstein.
Luis II deja la capital, Munich, y se instala permanentemente en el castillo en 1884 supervisando su construcción, en concreto desde unas escaleras que constituían el lugar favorito para seguir los avances obtenidos. El equipamiento técnico y decorativo se dio por finalizado, salvo excepciones, a mediados del 1884. Luis II sólo vio su nuevo castillo en obras; las llamadas dependencias de las damas y la torre cuadrada no se erigirían hasta 1892 en una forma más sencilla.
El castillo de Neuschwanstein, está situado en Neuschwansteinstraße 5, 87645 Schwangau, Alemania, siendo uno de los castillos neogóticos más conocidos.
El nombre traducido al castellano significa: “Nuevo cisne de piedra”.
Por no tomar medidas ante las amenazas por parte de la banca extranjera de embargar sus propiedades, es incapacitado en 1886 y muere ahogado en un lago cercano, Starnberb, en extrañas circunstancias (probablemente su locura fuera una excusa de sus herederos para su muerte). Tenía 41 años y nunca imaginó que su locura se haría famosa…
Los descendientes de Luis II vendieron el castillo al gobierno bávaro, pasando más tarde al alemán. La cantidad por la que lo vendieron iguala a los ingresos anuales actuales que el castillo obtiene de los turistas que vienen a visitarlo.
Siete semanas tras la muerte del rey Luis II en 1886 se abrió al público el Castillo de Neuschwanstein y hoy en día es uno de los castillos más visitados de Europa.
Aproximadamente 1,3 millones de personas visitan anualmente «el castillo del rey de cuento de hadas». En verano, se agolpan diariamente más de 6.000 visitantes por unas habitaciones que estaban destinadas a un solo residente.
El palacio es propiedad del Estado de Baviera, a diferencia del Castillo de Hohenschwangau, que es propiedad de Franz, duque de Baviera. El Estado Libre de Baviera ha gastado más de 14,5 millones de euros en Neuschwanstein para el mantenimiento, la renovación y los servicios de visitantes desde 1990.
Ha inspirado numerosas apariciones en películas, series de televisión, etc. El castillo fue elegido por Disney como modelo para el de La bella durmiente (1959), convirtiéndose desde entonces en uno de los principales símbolos de la compañía. De hecho, hay una réplica de Neuschwanstein en el parque del Disneyland Resort Paris (Eurodisney).
El Castillo de Hades o de Pandora en el animé y manga «Saint Seiya», correspondiente a la Saga de Hades (Santuario), está basado en el castillo Neuschwanstein.
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