Visitar Londres por tercera vez y además coincidiendo con una fecha tan especial como los JJ.OO., era la oportunidad perfecta para conocer mejor la capital británica y ya se sabe, las oportunidades no se deben desaprovechar…
Recorrimos caminando la ciudad todos los días, desde muy temprano hasta muy tarde, disfrutamos sin prisa cada momento, vivimos en una casa enorme en pleno centro, hicimos la compra todos los días en el súper del barrio, nos adentramos en el ambiente pub… incluso encontramos lugares y escenas que de otra forma nunca hubiéramos visto.
Así que, aprovechando todo esto, quería compartir algunos de esos lugares especiales, diferentes y curiosos que disfrutamos durante esta estancia de 8 días. Quizás algunos sean simples escenas; otros, lugares clásicos, pero todos tienen algo en común: tuvieron un significado especial y de alguna manera pasaron a nuestro recuerdo.
Comenzamos recorriendo el Támesis hasta Greenwich, excursión que no había podido hacer otras veces por falta de tiempo, tomando el barco en Westminster. El trayecto es de 90 minutos, con parada breve en la Torre de Londres. Es un recorrido interesante, sobre todo porque te permite ver otro Londres: más arquitectura, más viviendas, la zona financiera, la actividad en el Támesis, Greenwich, etc.
Del recorrido guardo varias escenas curiosas: un pescador faenando al lado del puente de Londres, un portaaviones al lado de Greenwich y la arquitectura de edificios de viviendas con vistas al río. Entre ejecutivos de traje paseando, ver a un pescador trabajando en su viejo barco fue un contraste llamativo, tanto como ver un portaaviones, situado expresamente para garantizar la seguridad durante los JJOO.
La arquitectura de edificios en Londres merece un capítulo aparte, porque es fascinante tanto en ciudad como en el cauce del Támesis, pero siempre hay alguno que destaca sobre otros. Éste era muy curioso y me llamó especialmente la atención.
Baker Street 221b, esa dirección que tantas veces había visto y leído, pero que se me seguía resistiendo en la capital británica. Ahora llegó el momento de visitarlo. Realmente no es un lugar imprescindible y quizás solo sea recomendable para lectores o adictos a la nueva serie de Sherlock Holmes, sino no creo que te diga mucho.
En mi caso me gustó por los detalles, por el encanto, por la decoración, por haberlo visto e imaginado 1000 veces, por firmar en su libro de visitas…. quizás le pondría una pega: el precio es algo excesivo (6 libras, que deberían ser 3-4), sin embargo, si te gustan sus historias, llegar a esa dirección y entrar en su casa merecerá la pena.
Otros lugares especiales vinieron gracias a la celebración de los JJ.OO., así pudimos disfrutar de un partido (semifinales de fútbol masculino) en Wembley y visitar el parque olímpico. El estadio de Wembley es de esos estadios míticos de obligada visita y tanto interior como exterior (espectacular el arco que lo recorre) están a la altura de un nuevo y gran recinto. Destaco que, aún situados en penúltima fila del estadio, la visión del terreno de juego y del partido es asombrosa. Si alguna vez tenéis la ocasión no dejéis de ir a ver un partido allí, merece la pena.
Para encontrar otras imágenes olímpicas curiosas nos desplazamos hasta las afueras de la ciudad, Stratford, donde estaba situada la villa y el parque olímpico. De todo lo que había, destaco parte del suelo por dónde caminamos, curioso tanto en diseño como en textura. Era la primera vez que veía algo así.
El otro lugar destacado es la torre Orbit, ¿un ingenio? de la arquitectura y centro de todas las miradas, robando protagonismo incluso al estadio olímpico situado al lado. Personalmente, la torre no me gustó nada y la ubicación menos aún, quizás en una esquina del parque olímpico hubiese estado mejor. Aún así la destaco porque sobresalía mucho respecto al resto de edificios y era algo diferente, muy diferente.
Llegados a este punto, es el momento de la música. Para ello nos desplazamos hasta Covent Garden y la encontramos sonando en la zona interior de la galería comercial. Sólo tenemos que asomarnos a la planta baja y darle al play, lo demás lo hacen ellos e incluso pueden ser un buen acompañamiento para el resto del artículo. Su música la encontraréis en el último minuto del vídeo del final…
Continuamos el recorrido en imágenes por el Londres más clásico, llegando hasta Trafalgar Square. Para encontrar esta escena hay que subir las escaleras hasta llegar a la Galería Nacional (visita imprescindible y gratis), llegados aquí nos giramos y miramos hacia la plaza. La escena impresiona y si ya tenéis la suerte de que esté atardeciendo tendréis uno de los momentos más especiales de vuestro viaje.
El otro lugar clásico y mi preferido para pasear por la tarde/noche es la zona entre la Catedral de St. Paul y el puente del milenio (Millenium Bridge). Tras contemplar la magnífica catedral y ver el ambiente ejecutivo/financiero londinense en plena esencia, con multitud de pubs en la zona, es un buen momento para conocer el puente del milenio, desde donde podremos divisar el puente de Londres y ese sitio tan curioso que tiene terraza al Támesis, el Samuel Pepy´s bar. Siempre me ha llamado la atención y está apuntado bien grande para una próxima visita. Quizás después no tenga nada especial, pero me hace especial ilusión.
Ya en el puente del milenio es obligatorio detenerse unos minutos para contemplar el precioso entorno mirando en todas direcciones. Tras eso recomiendo cruzar hasta la otra orilla para llegar a la Tate Modern Gallery. Caminando desde allí, en paralelo al Támesis, llegaremos hasta el London Eye (noria) y disfrutaremos de un bonito paseo que sin duda recomiendo hacer.
Hasta aquí el recorrido por la capital, pero si disponemos de un día más, incluyo un extra: la Catedral de Salisbury. A esta ciudad podréis llegar en 2h de tren desde Londres, siendo además un punto estratégico en una visita a Stonehenge. En la catedral encontraremos multitud de detalles curiosos, destacando sobre todos ellos su nueva pila bautismal.
La visita es gratuita (se recomienda dar un pequeño donativo), tiene guía explicativa en muchos idiomas, castellano incluido, y habrá muchas personas encantadas de ayudaros. Un lugar que, sin duda, no os defraudará.
Y hasta aquí el recorrido por un Londres diferente, especial y para el recuerdo, tanto como para crear un vídeo con nuestros mejores momentos durante ese viaje. Estoy seguro que pronto volveré, todavía queda mucho por conocer, para empezar tomaremos una pinta en el Samuel Pepy´s…
Y vosotr@s, ¿tenéis algún lugar especial en Londres?