Gruta Iris en Monasterio de Piedra

Enclavado en la localidad de Nuévalos (Zaragoza), a escasas 2 horas en coche desde Madrid se encuentra uno de los lugares más bellos, sorprendente y completos de España. Ese lugar es el Monasterio de Piedra y ha entrado directo en mi lista como una de las maravillas de España.

El Monasterio de Piedra es mucho más que su nombre, es un paraje natural único donde el clima, la historia, la naturaleza y el agua se conjugan a la perfección, sintiéndote en otra época durante tu visita. El conjunto engloba el hotel (en el interior del monasterio), el monasterio (claustro y museos) y el parque, para mí la verdadera joya de la corona.

Aprovechando una promoción de fin de semana, pudimos alojarnos en el interior del monasterio, experiencia que sin duda recomiendo. La habitación es muy amplia, con terraza y vistas directas al parque. Estuvimos 2 noches, pero hubiera estado días y nos quedó pendiente el SPA, que dejaremos para una próxima visita…

Los Vadillos en Monasterio de Piedra

Los Vadillos en Monasterio de Piedra

Tras un buen descanso, el sábado amanecimos muy pronto, ayudados por el sonido de pájaros y del agua que se escuchaba desde la habitación. El día era nublado, aunque pronto alternaría sol con nubes, incluso lluvia. Esta circunstancia lejos de ser un problema, favorecía la visita, ya que los parajes tendrían un color especial. Tomamos un completo desayuno (incluido en la promo) y, bien equipados de ropa y calzado, nos lanzamos a la aventura de ver el parque.

La visita por el parque te deja fascinado desde el principio, por la belleza del paraje mezclado con el agua. Las cascadas, grutas y lagos son auténticas obras de arte. Decir que cada metro estás lanzado fotos o parado contemplado el paisaje, es contar la realidad que vivimos allí. Volviendo a nuestra visita, lo que parecía un día nublado, se volvió lluvioso, incluso en plena Cascada Caprichosa apareció el granizo, pero fue puntual, sólo hizo aparición como anécdota.

Cascada Caprichosa

Cascada Caprichosa

Seguimos avanzando por el recorrido marcado por el río Piedra y la naturaleza seguía sorprendiéndonos. Otro lugar a destacar son Los Vadillos, donde se nota y, sobre todo, se escucha el agua. Un lugar para estar parado unos minutos. De ahí nos dirigimos a Los Fresnos donde hicimos nuestros “pinitos” como saltarines.

Saltando en Los Fresnos

Saltando en Los Fresnos

Tras 45 minutos caminando llega el momento estrella de la visita con la entrada a la Gruta Iris y la visión del Pie Cola de caballo, dos lugares que me dejaron impresionado. No hay que irse lejos de España para ver cosas así, realmente esa estampa está a la altura de muy pocos sitios naturales. El sonido del agua es intenso, la iluminación de la grieta tenue y la sensación hay que vivirla, aunque algunas imágenes os ayudarán a entenderlo.

Terminada la gruta aún queda más, mucho más. Pasaréis por las piscifactorías y el Lago del Espejo, otro lugar que también hará ralentizar vuestra visita. Los patos y el reflejo del lago se llevan las principales miradas, pero destaco el paraje y la tranquilidad que transmite el lugar.

Gruta Iris en Monasterio de Piedra

Gruta Iris en Monasterio de Piedra

Ahora llega el momento de subir un poco para llegar hasta la Cascada de los Chorreaderos para empezar a encarar la salida, no sin antes pasar por otras grutas y cascadas. En ese momento, el Sol comenzó a aparecer, pero sería fugaz, pronto volvió el viento y la lluvia lo que impidió en un primer momento que pudiéramos ver la exhibición de vuelos rapaces, que tuvo que ser suspendida.

Comimos por la zona en un sitio sin nada que destacar, correcto sin más, y nos dirigimos en coche hacia el mirador para contemplar todo el recinto, donde las vistas son realmente espectaculares. Además de en coche, se puede subir caminando, no dudéis en hacerlo, merece la pena.

Mirador Monasterio Piedra

Mirador Monasterio Piedra

Con el clima mejorado y a media tarde, sí se pudo hacer la exhibición de vuelos rapaces. Un espectáculo que merece la pena, por la cantidad de aves y por lo bien organizado que está. Interactuando con el público, explicando en detalle las aves y sus habilidades. Son 30 minutos muy amenos y divertidos. Si a mí me gusto, imagino que para los peques debe ser un disfrute absoluto.

Con la visita al parque concluida, llegaba el momento de la visita al monasterio y sus estancias. Una visita guiada, en grupo, que te lleva por su historia entrando en las salas, capillas, criptas y museos. Una historia que comienza en 1194 merece la pena ser conocida y visitada; merece mención especial el Museo del Vino D.O. Calatayud, por su presentación, visual y divertida.

Historia del Monasterio de Piedra

Historia del Monasterio de Piedra

Terminadas todas las visitas del día, llegaba el momento del descanso y disfrutamos de una cerveza Ambar muy fresquita en el bar del monasterio. Luego, tras 1 hora de charla distendida, llegó el momento de la cena que hicimos en el restaurante Reyes de Aragón, también en el interior del complejo. Cenamos estupendamente: pescado, carnes, revueltos, etc. tienen una amplia variedad y un precio ajustado al lugar donde estás, por unos 20-25€/persona podrás degustar una completa cena.

El día terminó con una copita en el bar, donde el cansancio por el largo día comenzó a aparecer. Había sido un largo, pero feliz día, donde saldamos una deuda con uno de los lugares que más me han gustado de España, el Monasterio de Piedra pasa a formar parte destacada de mis maravillas del país. Imprescindible para los residentes en España y muy recomendable a los turistas.

Monasterio de Piedra

Monasterio de Piedra

Y la mejor forma de terminar es con un vídeo en el lugar más especial del Monasterio de Piedra:

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